No es el crítico el que cuenta, sino el que está peleando en la arena

No es el crítico el que cuenta, sino el que está peleando en la arena

Desde muy chica, mis papás me enseñaron a enfrentar mis miedos, a "matar el chuncho", como ellos decían. Es algo que siempre les he agradecido porque me ha permitido atreverme a vivir plenamente, a lanzarme sin quedarme con las ganas.

No quiero que me malinterpreten: el miedo siempre está ahí. Lo siento, me desafía, a veces hasta me paraliza por un momento. Pero he aprendido que los monstruos en mi cabeza casi siempre son más pequeños de lo que imaginaba.

Me he dado cuenta de que mucho de ese miedo viene de la vergüenza: el miedo a fallar, a ser juzgada por los demás… y a veces, peor aún, por mí misma. En esos momentos me recuerdo el poderoso discurso de Roosevelt, The Man in the Arena, que dice:

"No es el crítico quien cuenta; no es quien señala con el dedo cómo tropieza el hombre fuerte o cómo el hacedor de las cosas podría haber hecho mejor su labor. El mérito pertenece al hombre que está realmente en la arena, cuyo rostro está manchado por polvo, sudor y sangre; que lucha con valentía, que yerra, que falla repetidamente, porque no hay esfuerzo sin error ni fallo; pero que realmente se esfuerza por lograrlo, que conoce grandes entusiasmos, grandes devociones, que se entrega a una causa digna; que, en el mejor de los casos, conoce al final el triunfo de un gran logro, y que, en el peor, si fracasa, al menos fracasa con valentía, enfrentando grandes riesgos."

Esa frase es algo que siempre llevo conmigo, especialmente cuando me planteo nuevos desafíos con el cambio de año. Me recuerda que no importa cuánto miedo sienta, lo valioso es estar en la arena, luchando, creciendo y viviendo con valentía.

🌙 "El miedo es la sombra que nos reta a buscar la luz."

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